domingo, 1 de noviembre de 2009

camino


Llueve en mi rostro,



mientras mi alma,



evoca sentimientos,



poso mis pies,



en tierras de lamento,



y elevo al cielo,




la luz de mi mirada,



siento deseos de recordar la nada,



tocando el tiempo tan solo con mi voz,



dobla el ciprés, la punta de su espada,



al suave toque, del viento en el otoño.



Angosta, estrecha, la senda que separa,



el tiempo vivo, de la espera inmortal,



Todo es silencio, en la tierra callada,



ni el dulce aroma, los logra despertar.



al polvo han ido, los sueños y quimeras,



la tierra arropa, la vida de un ayer,



luchas de clases, y guerras sin fronteras,



odios eternos, buscando amanecer.



Ya todo duerme,



quizá busquen la espera,



de un paraíso, que alguien prometió.



sigue soplando el viento en los cipreses,



vuelta al camino, del odio y del amor.



Llegará el día, que deba recorrerlo,



llegaré libre, de penas y dolor



y veré entonces, lo inútil de la lucha,



ya nada me hará falta, ya todo terminó



quisiera en ese día, encontrarme otra vida,



donde no existan odios, ni penas ni rencores,



donde aniden las cosas,



que nacen del amor.



donde el hombre sea libre,



y la vida camine desnuda de mentiras,



sembrada de ilusiones,



donde pueda encontrarme,



con un mundo mejor.

1 comentario:

  1. "Al polvo han ido los sueños y quimeras", bellos versos.
    Un poema lleno de sensibilidad.
    Me encantó tu blog.
    Un abrazo cariñoso.

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