sábado, 21 de noviembre de 2009

Llegada a Barcelona


En el año 53 cuándo apenas contaba 4 años, hice mi primer gran viaje, recuerdo que todo era ilusión para mí en aquel momento, me sentía feliz, iba a cambiar, a viajar en ¡un tren! conocería a mis primos, los otros, los que vivían en Barcelona.
¡Barcelona! que alegría, mi madre decía que tenía más casas que Baños y...eran muy grandes, me contaba que mi casa no tenía patio, pero...tiene una terraza preciosa, con un lavadero, allí podrás jugar con los primos.
El agotador viaje, culminó en una enorme estación, grandes cristaleras enmarcadas en elaborados hierros, no se veía el sol, pero entraba la luz.
el trasiego de gentes era enorme, las mujeres con enormes cestas de las que sacaba la cabeza algún que otro pollo adormilado por el largo camino recorrido, dentro de los capazos.
recuerdo a mi madre, delgada alta, vestida de riguroso luto, cargó en las caderas las maletas, yo solo llevaba la cesta de la comida y la manta de mi abuelo, que me sirvió todo el viaje para dormir en el hueco que quedaba sobre la puerta de entrada al compartimento, yo creo, que nos subían allí a los niños para que no nos viera el revisor, y ...así ahorrarse el billete, pero no era mi caso, mi billete me lo había pagado mi tita pepa y mi prima Antonia el enorme papelón de caramelos, me los compró en el bodegón. ya en el andén, mi madre buscaba ávida, la figura de mi padre, tenia que estar esperándonos.
yo no apartaba la vista de mis caramelos ni del billete del tren, pues me había dicho mi prima, que si no estaba a gusto, que con ese billete podría volverme al pueblo, ¡que ilusa!
¡Mis caramelos mi billete!, grité al verme en brazos de un hombre muy grande, que me abrazó como si me conociera, llore, pero...lloraba por mis caramelos que se habían caído en aquel suelo gris y sucio.
El tío pedro te comprara más caramelos, no llores que nos vamos a casa.
Mi padre no fue a esperarnos, estaba trabajando, ¿mi tío no trabajaba?
necesité años para comprender tantas y tantas cosas...
Salimos a una gran avenida, mi madre con una de las maletas y cogiendo mi mano, se dirigía en una dirección, ella conocía Barcelona, había vivido allí de recién casada, mi tío la detuvo, espera Isabel, el señor José nos espera está ahí, con la catalina.
Todos se rieron de mí, cuándo pregunté, tío… ¿donde esta Catalina?
aquí ¿no la ves? no, no la veía allí solo estaba el señor José delante de un coche que parecía de muertos, con un morro bajito y una caseta cuadrada encima...
Subimos todos a la catalina, que por cierto…no era una señora si no, el coche del vecino.
Ven ponte en la ventanilla y así iras viendo cosas, pasamos por otra avenida esta más ancha que la de la estación, ¡las colas! grité como loca, y entonces fue mi madre quien soltó la primera carcajada, no nana, no son las colas, es el mar, enseguida intervino mi tío, mañana domingo, vendremos a la playa y verás como te gusta.
No yo no quiero ir a la playa, quiero ir a las colas, el mar es más bonito hija, decía mi madre, hay arena y conchas y…hasta algunas veces peces que saltan en la orilla.
No, a mi no me interesaban los peces ni la playa, yo quería volver a mi pueblo, irme a las colas y a las olivas con mi tito Antonio, beberme la leche de las cabras por la mañana y correr cuesta abajo, cuando los mulos la subían cargados de aperos y mi tío muchas veces detrás, subido en la borrica.,
Las hermosa avenidas y anchas y largas calles de Barcelona, se habían quedado atrás, enfilábamos una estrecha carretera con casas a ambos lados, tan estrecha que daba la impresión que se podían dar la mano desde los balcones, los vecinos de una y otra cera, al final llegamos a un control, eran los burots, el limite de la capital, con hospitalet, allí unos hombres como el municipal de mi pueblo, miraron los papeles que les enseñó mi tío, toquetearon las maletas, y por fin dijeron vale…pasen,
Ya estábamos en casa.
Estabamos delante, de un alto edificio, dos tiendas a los lados y en el centro, una puerta, daba paso a las escaleras, que conducian a los cinco pisos de altura.
La primera tienda, despedía un rico olor a chacinas, nosotras nos detuvimos ante la segunda, con un desagradable olor a carne fresca.
Mama, si traemos chorizos y lomo que ha puesto la tita pepa, ¿para que queremos carne?’ no hija, no vamos a comprar carne, aquí está nuestra casa.
Mi casa, un enorme y lúgubre pasillo, con puertas a un solo lado, la ventana que daba luz, ni siquiera mi madre alcanzaba a abrirla, la del comedor daba a la carnicería y también estaba muy alta, mira aquí dormirás tu, todo el cuarto para ti sola, pero…si no puedo asomarme a la ventana, no hace falta es solo para dar luz, si si, luz, y todas las porquerías que tiraban los vecinos también daban, los vecinos le llamaban el ”pozo”, pues a pesar de ser cuadrado y rodeado de verja de hierro, daba la impresión de un pozo por estar por debajo de los terrados, en su suelo, se alzaban unas ventanas, las de los lados rectangulares , y algo estrechas y las dos del frontal, que daban a los pasillos de las casas eran también rectangulares pero mucho más altas, el “pozo” era el patio de luz para las viviendas, que tenían las dos tiendas de la planta baja
No tardaron en entrar dos mujeres, hablando raro, eran mi tía y su madre, mi madre pregunto por los chiquillos, y las dos a coro respondieron, el pepe en el colegio, Juan como siempre por ahí estará con la bicicleta.
mira nana, dijo mi madre es la tía Amalia y la abuela de los primos, la señora merçe, si pero…cuando nos vamos a casa, pregunté yo, mi tía respondió muy seca, niña ya estás en casa, olvídate ya de tu pueblo, aquí serás una persona, ¿mi prima Antonia no era persona? ni mis primas, la Francisca, la paulina la Tere, ninguna? ni mi tita pepa ni mi tito Antonio, ni la pincha, ni dolores, ¿Quién era persona?
La abuela me acurrucó diciéndome, cariño, esta es ahora tu casa y nosotros tu familia, yo soy la yaya, si quieres también la tuya, cierto, desde aquel momento y hasta su muerte con 93 años, fue mi abuela, cuantas veces seria mi paño de lagrimas.

3 comentarios:

  1. Ha sido de casualidad, pero te encontré.
    ¡Tantos años¡ y ahora que podriamos disfrutar juntas de nuestro tiempo libre, te vas a tu ªotra tierraª te envié un mail, espero estar de nuevo en contacto contigo,
    Un abrazo de tu amiga del cole
    Nuria

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  2. Hola brujita:
    Me dieron esta direccion y para mi es un honor estar entre tus seguidores.
    Mi blog es romo-azar.blogspot.com
    Un saludo

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  3. Querida amiga, te dejo mi comentario por si tú puedes colgarlo en tu precioso blog, yo IMPOSIBLE.
    Querida amiga, espero que este comentario te quede grabado, ayer me fue imposible entrar, no se cuantas veces lo intente.
    En el te comentaba los recuerdos tan bonitos que me evocaba esa foto, esa entrada de la estación de Francia o Barcelona Termino, te recorrería a derecha a izquierda, quiero decir: desde el parque hasta Colón, el Borne, la plaza Palacios, etc. detrás la oficina donde trabajaba mi padre,en fin querida amiga. Cuando la vi y leí, dos lágrimas furtivas se escaparon y rodaron sin trabas quizás buscando un lugar como ese.
    Abrazos a los dos de otros dos y feliz Año 2012.

    Ya está tu comentario, querida amiga, Un abrazo grande para los dos, os recordamos con mucho cariño
    FELIZ AÑO¡¡

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