miércoles, 5 de agosto de 2009


Me he dado cuenta, que me notificaste tu boda, por obligación, el hecho de ser de la familia, podías quedar muy mal o...podía darse cuenta la gente, del malestar que existe en las hermanas y eso...¡Dios¡ las apariencias.

Pero, nunca viví de ellas, jamás me importaron. lo único que tuvo valor para mí fue la familia, la sangre, algo que a alguno de los que yo quiero no les importó.

Ni el dinero, ni la posición, fueron nunca de vital importancia, sí, un abrazo, un, ¿como estás? marcar un número de teléfono, solo por oír una voz y sentirse reconforta da, será por eso que he quedado como el lastre, como alguien que está ahí, y mejor que no estuviese.

Pero no quiero que nadie se sienta obligado a reconocerme, si no tengo valor por mí misma, es mejor, enterrar todo recuerdo, pasar de largo, algo, que parece se os da muy bien a mi "familia"

¿que pensará el pueblo si me ven con la loca?

Me duele, ser tu tía solo por que lo dicen los papeles, ¿tanto cuesta marcar un número? subir tres calles, para decir ,Hola
Me gustaría entenderos, pero...no puedo, no soy capaz.

Queda tiempo todavía, y nunca se sabe lo que puede ocurrir, la vida es tan imprevisible.

Cuando me llamaste, ¿la primera vez,que lo haces?, hasta mucho después no supe que eras tú, atando cabos y llamando a la persona con la que te confundí, comprendí que me había equivocado, pero a pesar de llamarte por otro nombre, no me rectificas te, estabas muy metida en el papel de quedar bien, duele, duele mucho, pero el tiempo cura heridas y aunque queden las cicatrices, estas no sangran y se llevan mejor.

Quiero que seas feliz, muy feliz, que en especial ese día, te sientas como lo que serás, la protagonista del comienzo de tu futuro, y pido a Dios, que sea el más bello y fructífero que pueda darte.

No seré un vacío, estoy segura, por eso quiero darte desde aquí, ese abrazo que nunca necesitasteís, pero que a mí su falta, siempre me produjo dolor, claro que ya te he dicho, el tiempo cura todas las heridas.

Tú, no eres culpable de nada, si acaso, de no haber querido conocerme y de haber juzgado por ti misma, pero te entiendo.

Sé siempre tú, escucha, pero no prejuzgues mientras no compruebes todos los puntos de una historia, ya sabes...cada uno la contamos a nuestra manera.

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